Pues terminó el verano. En la playa mañana y tarde, disfrutando como un enano. Y noche también. Un sitio incomparable y poco masificado, con la mayor cantidad de playas viígenes de todo el litoral valenciano. Una pasada. Amigos, familia, conocidos y otra vez playa. Aquello es el paraiso.
Ahora la vuelta al tajo. La vuelta a Madrid, y también encantado. Es increíble, porque después de pasar una semana respirando la brisa marina, bajas del tren en Atocha y los malos olores y la polución de Madrid hace que te entren arcadas. Pero bueno, malos humos hay en todas partes, no?
1 comentario:
Tienes razon, la Vila es maravillosa. Yo no la cambio por nada. Por cierto Agustin, te vi por aqui pero me dio apuro molestarte puesto que pense que habias venido a descansar, me alegro de que asi haya sido. un saludo y p'alante..
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