Pasé cuatro días geniales en mi ciudad durante los IV ENCUENTROS DE CINE DE AUTOR: JOHN FORD. Trabajo, buenos compañeros, familia, amigos y playa.
En principio me tenía que convertir en el cowboy americano chulo y seguro del lejano oeste. Se nos ocurrió la fantástica idea de que entrara con un caballo en escena y presentar el evento, cosa que me excitaba pero también me daba mucho respeto y que finalmente tuvo un resultado excelente. Y así lo hicimos, pero todo salió al revés. Muy guapo, pero al revés. Al no hacerme caso el caballo, tuve que cambiar en vivo y en directo el texto, y me convertí en el anti-cowboy, rogandole al caballo que entrara y demás ...
Conseguí que entrara y estuviera tranquilo, hasta que lo facturé al backstage. De todo esto ya me había avisado Jose Luis Garci antes de comenzar el evento ... "los caballos están todos locos" ... y yo pensé ... ... y yo también, y otros ... , lo que no mata, engorda ... y me lancé ... jejejeje ... y me lo comí ... eso sí ... encantado y satisfecho.
El resto del los días fue sin interferencias. Aquí teneis la prueba del delito.
Y como buen cowboy, aunque fuera anti, morí el último día con las botas puestas.
En principio me tenía que convertir en el cowboy americano chulo y seguro del lejano oeste. Se nos ocurrió la fantástica idea de que entrara con un caballo en escena y presentar el evento, cosa que me excitaba pero también me daba mucho respeto y que finalmente tuvo un resultado excelente. Y así lo hicimos, pero todo salió al revés. Muy guapo, pero al revés. Al no hacerme caso el caballo, tuve que cambiar en vivo y en directo el texto, y me convertí en el anti-cowboy, rogandole al caballo que entrara y demás ...
Conseguí que entrara y estuviera tranquilo, hasta que lo facturé al backstage. De todo esto ya me había avisado Jose Luis Garci antes de comenzar el evento ... "los caballos están todos locos" ... y yo pensé ... ... y yo también, y otros ... , lo que no mata, engorda ... y me lancé ... jejejeje ... y me lo comí ... eso sí ... encantado y satisfecho.
El resto del los días fue sin interferencias. Aquí teneis la prueba del delito.
Y como buen cowboy, aunque fuera anti, morí el último día con las botas puestas.